En el Uruguay las prácticas artesanales tienen una identidad fuertemente urbana, debido a la inexistencia de una artesanía rural y anónima continuada en el tiempo. De la tradición precolombina poco o nada subsistió, y durante el perfodo colonial la artesania estuvo al servicio de las necesidades de la población de origen europeo, con algún aporte africano e indígena.
Los indígenas ejercieron técnicas artesanales vinculadas con el trabajo y solicitadas por españoles o portugueses. Por ejemplo, las boleadoras y los trabajos de guasquearía, que dieron lugar a la artesanía rural utilizada básicamente para proporcionar vestido y herramientas al gaucho. Los materiales eran los que se hallaban a la mano: cuero, lana, metales plata en algunos casos guampa y mates. Estas formas de artesanía habían desaparecido prácticamente a mediados del siglo XX.
