jueves, 23 de octubre de 2008

Las rutas costeras

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Las playas situadas en la costa atlántica constituyen el destino tradicional del turismo uruguayo. Entre los enclaves mas solicitados se encuentran Punta del Este, Pirlápolis, el litoral de Rocha y la Costa de Oro. A estos centros turísticos hay que sumar las playas localizadas en el litoral oeste del país, sobre todo las del departamento de Colonia.



Todas estas zonas, dotadas de una importante infraestructura hotelera, están comunicadas con los países vecinos del Uruguay mediante modernos medios de transporte. Esta oferta de ocio se complementa con los centros termales y un turismo de carácter ecológico que encuentra en las reservas naturales su escenario privilegiado.

viernes, 17 de octubre de 2008

El camino hacia el este

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El turismo es una actividad económica de gran relevancia para el Uruguay, ya que el ingreso de divisas por este rubro es equivalente al total de las exportaciones tradicionales del país. Las primeras actividades turísticas comenzaron a partir de finales del siglo XIX, si bien con anterioridad se produjeron inversiones hoteleras en distintos puntos del territorio. El turismo se centro durante mucho tiempo en el aprovechamiento de la costa existente sobre el Río de la Plata y el océano Adánico. A la vez, todos los emprendimientos se ligaron desde el comienzo a la afluencia de visitantes desde Argentina.



En la primera década del siglo XX, el empresario Nicolás Mihanovich diseño un complejo de hotel, casino, plaza de toros e instalaciones deportivas en el Real de San Carlos (departamento de Colonia), dirigido a los turistas de Buenos Aires. Del mismo modo, en Montevideo se levantaron hoteles en la costa de Pocitos y Carrasco, como el hotel de los Argentinos, el Parque Hotel y el hotel Casino Carrasco.



Mientras que las costas de Montevideo, Canelones y Maldonado se convirtieron en el eje del turismo nacional volcado al mar y la playa, Montevideo fue en sus comienzos un destino de playa frecuentado por argentinos. Después de la Segunda Guerra Mundial el turismo se incremento en la capital, que contaba ya con grandes hoteles. Con el paso del tiempo, la acumulación de servicios hizo de la ciudad un destino cultural, de compras, negocios y congresos.



Mas tarde comenzaron a explorarse otros atractivos regionales que originaron nuevas modalidades turísticas. El hallazgo accidenta de aguas termales al realizarse perforaciones en busca de petróleo dio lugar a las termas norteñas de los departamentos de Salto y Paysandú Si bien su desarrollo fue tardío, las termas se convirtieron poco a poco en el tercer destine turístico por cantidad de visitantes. En la década de 1940 una sociedad anónima de Montevideo diseño y construyo una villa de veraneo en las sierras de Lavalleja, muy cerca de la capital, Minas; axial, Villa Serrana se convirtió en uno de los principales atractivos naturales de las sierras.



A finales de la década de 1970 aumento considerablemente el numero de turistas que ingresaban al territorio uruguayo procedentes de Argentina. Algunos factores económicos surgidos en el país vecino, como el de la llamada «plata dulce», generaron la inversión de capitales argentinos en la costa uruguaya, en especial en Punta del Este. Este fenómeno fue conocido como el boom de la casa de veraneo.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Parque Joaquin Suarez

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A sólo cincuenta kilómetros del centro de Montevideo se encuentra uno de los parques forestales más hermosos y mejor dotados en especies que posee nuestro país.



En el año 1944 el Banco de Seguros del Estado decide llevar a cabo la plantación de árboles en un predio de su propiedad, en el paraje de Los Cerrillos, Departamento de Canelones, como contribución al entonces incipiente desarrollo forestal del país.



La ubicación, del actualmente denominado Parque Forestal Joaquín Suárez, en la ruta 47, entre las serranías de la localidad, y sobre las márgenes del Río Santa Lucía, le dio la infraestructura apropiada para desarrollar en él una forestación, no sólo con especies conocidas tales como diferentes variedades de eucaliptos y pinos, sino que también se integraron los árboles autóctonos para delinear un parque al que se agregó un sinnúmero de otras especies tales como robles, grevilleas, encinas, casuarinas, álamos, sauces, cipreses, fresnos, olmos, etc.



Parque forestal Joaquin Suarez en Uruguay



Entre estas especies exóticas se encuentra un montecito de alcornoques o árbol del corcho.



El alcornoque es un árbol curioso por su corteza gruesa, esponjosa y ligera llamada corcho. Es de él que se extrae el corcho usado comúnmente para fabricar tapones de botellas y elementos aislantes sonoros y térmicos, asimismo como en la industria del calzado entre otras cosas.



El alcornoque o Cork Yak en inglés, es un árbol de porte mediano, que rara vez pasa los 20 metros de altura, de origen mediterráneo, robusto, pudiendo alcanzar los 2 metros de diámetro. Es de follaje perenne, es decir, presenta hojas todo el año. Su copa, cuyas ramas se inician a poca altura (334 metros) es aovada.



Sus hojas son de entre 337 centímetros, aovadas, dentadas y poco lobuladas, de color verde oscuro en el haz (arriba) y pilosa grisblanquecina en el envés (abajo). Las flores masculinas están separadas de las femeninas, encontrándose las primeras en grupos (amentos) colgantes de color amarillo al final de las ramillas, mientras que la flor femenina, solitaria, casi sin pedúnculo (cabito) se encuentra en el extremo de los brotes del año. En general presenta una floración en primavera y otra en otoño.



El fruto es una bellota (nuez) de 2 a 5 centímetros recubierto por una cúpula acampanada. Aunque de sabor amargo, es muy apetecida (y muy nutritiva) por los animales, especialmente vacunos y cerdos.



Su nombre científico es Quercus súber L, y como pertenece a las familias de las Fagáceas, es un árbol muy parecido a las encinas y a los robles. Arboles con los cua-les, en su hábitat natural, se desarrolla.



Pero sin lugar a dudas su particularidad, como se mencionó anteriormente, es su corteza que en este caso es el corcho. El corcho es una capa de tejido secundario formada por el tejido cambium suberígeno que nace en las capas más exteriores de la epidermis. A medida que va creciendo estas células van muriendo. El proceso de la industrialización del cocho comienza con el arrancado de estas capas como láminas. La primer capa de corcho se retira a los 20 ó 25 años siendo de baja calidad (se llama bornizo). El árbol luego regenera nuevamente estas capas de corcho gris con grietas longitudinales pero más pequeñas que las primeras, que podrán ser nuevamente descortezadas cada 8 ó 10 años, obteniendo un corcho de mejor calidad.



Su gran utilidad se da por el aprovechamiento del corcho, aunque como su madera es pesada y dura puede ser utilizada en carpintería y construcción naval. Las bellotas son usadas para alimentar ganado. En Europa (especialmente en España y Portugal, y en menor intensidad Italia y Francia) la industria procesa 350.000 toneladas de corcho al año por un valor de 2,5 millones de euros anuales, empleando a miles de personas ya que la operación de descortezado es manual.


Por su belleza y curiosa corteza está catalogado como un hermoso ejemplar de adorno, por lo que con su magnífica presencia está embelleciendo el Parque Forestal J. Suárez.

lunes, 6 de octubre de 2008

Real de San Carlos

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Esta zona de bellas y mansas playas se encuentra próxima al barrio histórico de Colonia del Sacramento, estableciendo con el un curioso contrapunto. Fue el asentamiento elegido por el virrey Pedro de Cevallos en I 1761 para poner sitio a la colonia portuguesa.

La palabra «real» designaba los campos j del rey, que entonces era Carlos III, lo que I dio origen al nombre. Se construyeron allí la capilla de San Benito de Palermo, cuarteles, baterías y viviendas para soldados.



De esta época es también la imagen del «santo negro, que aun se conserva. Mas tarde la zona perdió importancia, hasta que en 1909 la I Sociedad Establecimientos Real de San Carlos, dirigida por Nicolás Mihanovich, planifico un complejo turístico con un muelle que permitía la llegada de turistas desde Buenos Aires. Se erigieron un frontón de pelota paleta y una plaza de toros de estilo morisco cuya construcción insumido un millón de kilos de hierro.



Pocos anos después se prohibieron en el territorio uruguayo las corridas de toros, por lo que el gigante quedo en desuso. Su estructura metálica perdi6 estabilidad al oxidarse, provocando profundas grietas, y en la actualidad se mantiene como un enorme y bello monumento en peligro de derrumbe. En un anexo provisorio del gran hotel Casino, proyectado pero no construido, se instalo el casino, que fue durante anos exponente del lujo de la época.

 

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